Si Fernando Fernán Gómez dejó muy claro hace ya casi cuatro décadas que las bicicletas son para el verano, no menos cierto es que sacarse el carné de conducir es también otra cuestión clave para la temporada estival. Por este motivo, no es extraño que en esta época en la que los exámenes han terminado o están a punto de concluir las autoescuelas incrementen sus matriculaciones gracias a aquellos jóvenes que, antes de dar el salto a la universidad, quieren tener en sus manos ese permiso de circulación que supone un paso más en su madurez y en su camino hacia esa deseada libertad que da el hecho de ser mayor de edad.
Pero, aunque el verano es una buena época para las autoescuelas, la verdad es que este tipo de negocios también está sufriendo los rigores de la crisis, ya que se nutre en gran medida de una clientela joven con pocos o escasos recursos económicos, o que depende de los padres para costearse la formación. En este sentido, y según las opiniones recogidas por este diario entre varios establecimientos especializados en la formación de nuevos conductores, la actividad en los meses estivales puede ser entre un diez y un quince por ciento superior a la de mensualidades anteriores, unos registros estos que están muy por debajo de épocas pasadas cuando las aulas estaban repletas de alumnos.
«Aquellos tiempos ya pasaron», apuntó al respecto María Antonia Morón, responsable de Autoescuela Tajo, que acumula ya 36 años de actividad y, por tanto, puede dar fe de cómo eran las cosas antes de que los problemas económicos se convirtieran en un quebradero de cabeza diario para muchas familias. En su caso, resaltó que la pérdida de clientela en lo relacionado con el carné de conducir la están intentando compensar con la puesta en marcha de cursos de formación para materias muy concretas en las que la conducción tiene igualmente un papel protagonista.
Mucha oferta. «Somos muchos para Talavera y además dependemos de mucha gente que ahora no puede pagarse el permiso para circular porque no tiene trabajo», subrayó Olga Gavilán de Autoescuela Fakultad que, aunque abrió sus puertas cuando la crisis estaba ya en su apogeo, logra mantenerse y aumentar ligeramente las matriculaciones ahora en junio y en julio.
Otra que también sube, «pero no tanto como antes», es Autoescuela Nuestra Señora del Tajo, donde apuntaron que este año cuentan con una notable demanda de chicas «que quieren sacarse el carné antes de que llegue el mes de septiembre». Una situación parecida se da en Autoescuela Vial Master, lugar en el que ahora las aulas están copadas por jóvenes estudiantes que acaban de dejar el instituto.
Y si los negocios citados anteriormente registran ahora subidas de entre el 10 y el 15 por ciento, en Autoescuela La Solana superan con creces esas cifras. Al respecto, y según datos aportados por la propia empresa, comparando los seis primeros meses de 2013 con la mitad de año de 2014 las matriculaciones han experimentado un aumento del 50 por ciento.
